“Siempre que voy a Córdoba paso por la Taberna de San Miguel” Desde mi primera visita a Córdoba, y van... , no dejo de pasar por esta taberna. Es un lugar pintoresco, repleto de... bueno, repleto de todo. Paredes en las que no cabe un cuadro o una foto más, rincones con mesas encajadas de forma inverosímil... pero con muchísimo encanto. A éste, contribuye enormemente el trato del personal: muy atentos con el público, ocurrentes y divertidos. Pero lo mejor es la comida. El salmorejo y el rabo de toro son para enmarcar. Hacen una tortilla de patatas de un grosor descomunal que está buenísima. En fin, todo magnífico. Se la recomiendo a todo el que vaya a Córdoba. Además, está muy cerca del centro (junto a la plaza de las Tendillas).

"Mi Taberna Preferida" Desde la primera vez que llegué a Córdoba fue mi taberna preferida. Hay muchas otras del mismo tipo, pero ésta no está tan metida en la zona turística y conserva el encanto de una verdadera taberna taurina. Muy pequeña pero con algún patio en el interior, una barra y una decoración con buen gusto que es casi un pequeño museo. Y las tapas típicas de Córdoba deliciosas tomadas con el fino de Montilla Moriles.

Taberna tipica y preciosa y con unos precios muy competitivos. Rabo de toro exquisito y muy bien cocinado. Nada pesado, sin comparacion. La ensaladilla rusa es un lujo y los callos muy suaves. Lo malo: siempre lleno. Hay que reservar siempre. Personal muy profesional y atentos